
23 de abril, Día Mundial del Libro
El día de hoy, se celebra a aquellas pequeñas cosas rectangulares que, aunque pequeños, traen mundos enteros dentro de ellos: los libros. Estas cosas son las que permiten que nos adentremos a numerosos relatos. ¿Quién diría que los hombres muertos sí son capaces de contarnos historias? Porque es a través de ellos que los autores de otras épocas nos han dejado lo más importante que un hombre puede dejar: sus palabras.
Dentro de estos pequeños amigos hay historias de todo tipo, como, por ejemplo, el de una guerra que se ganó gracias a un caballo de madera, una mujer prejuiciosa que se enamoró de un hombre orgulloso; o el relato de cómo los seres pequeños, nobles y buenos, son los seres que lograron destruir el anillo que los controlaba a todos.
El 23 de abril se festeja el Día del Libro mundialmente. En México y por ende Atlixco, se une a la celebración del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, fecha proclamada por la UNESCO para fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual.
La fecha no es casual. Se eligió por coincidir con la muerte de dos grandes figuras de la literatura: Miguel de Cervantes y William Shakespeare, ambos fallecidos en 1616. En México, este día se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre el papel del libro como puente de conocimiento, imaginación y diversidad cultural.
Este 2025, distintas ciudades mexicanas han organizado ferias del libro, lecturas en voz alta, encuentros con escritores y trueques de libros usados. La Ciudad de México, Guadalajara y Oaxaca destacan por su amplia programación. En la capital del país, por ejemplo, el Zócalo se transforma en un gran foro literario con presentaciones editoriales y actividades para niños y jóvenes.
En un país donde el promedio de lectura sigue siendo bajo, el Día del Libro se convierte también en un llamado a inculcar el gusto por la lectura. Porque el día de hoy nos recuerda que es necesario enseñar, desde la más tierna infancia, cómo estas hojas cosidas, encuadernadas y llenas de palabras, significan horas de entretenimiento. Pero no solo eso, porque el acto de la lectura va mucho más allá. Leer libros es un acto político, un acto de rebeldía, un viaje al pasado.
El día de hoy, Hechos Atlixco, recuerda a su audiencia que el libro, es mucho más que su portada. Los libros son símbolo de cultura, historia, sueños, fantasías, libertades, anhelos; los libros son un reflejo de la humanidad.